23 jul 2005

Georges Sorel y el Sindicalismo Revolucionario

Por José María Marchionni.

La vida y la obra de Georges Sorel, (1847-922), se desarrollaron en el contexto
histórico que se resume brevemente en siguiente cuadro cronológico:

-1847- Nace en Cherburgo en el seno de una familia de pequeños burgueses
emprendedores. Creció en un medio provinciano y católico típico de la Francia
de su época.
-1848- Se produce en Francia el paso de la Monarquía a la República.
-1851- Golpe de Estado en Francia.
-1852- Luis Bonaparte se proclama Emperador con el nombre de Napoleón III.
-1867- Sorel termina de cursar la Ecole Polytechinque en París.
-1870- Guerra Franco Prusiana.
-1871- Se producen los acontecimientos de la Comuna en París.
-1875- Sorel conoce a quien será su mujer Marie Euphrasie David.
-1899- Publica su “Contribución al estudio profano de la Biblia” y “El proceso a Sócrates”.
-1892- Sorel renuncia a su elevado cargo de Ingeniero Jefe de la Administración
de Puentes y Caminos, rechaza la pensión que le correspondía por los servicios prestados
y comienza verdaderamente su carrera como escritor.
-1893- Se radica en un suburbio de París: Boulogne Sur Seine desde donde viaja
constantemente a la capital para realizar estudios en la Biblioteca Nacional, concurrir
a círculos sindicales, tomar clases con Henri Bergson en la Sorbona, etc Se intensifica su
actividad intelectual.
-1894- Francia es conmovida por los sucesos del “affaire Dreyfuss” que dejaran su huella
en el pensamiento soreliano y a los que nuestro autor dedicará una obra, (“ La
Revolución Dreyfusiana”, 1909).
-1897- Muere su mujer.
-1898- Escribe “La ruina del mundo antiguo” y “El porvenir socialista de los sindicatos”.
-1906- Publica “ EL sistema histórico de Renan”. Se produce la revisión del proceso de
Dreyfuss.
-1908- Aparecen tres obras capitales: “Reflexiones sobre la violencia”, “La
descomposición del Marxismo” y las “Ilusiones del progreso”.
-1910- Es pasajeramente seducido por las tendencias nacionalistas de extrema derecha
encarnadas por Maurras y el grupo Action Francaise. Giro que algunos autores
explican por su desencanto con los sindicatos aburguesados, demasiado preocupados
por las reivindicaciones exclusivamente económicas.
-1914- Primera Guerra Mundial definida por Sorel como una pugna entre plutocracias
bajo el disfraz de la democracia. Su postura frente a la misma lo separa de Maurras
y sus seguidores.
-1917- La Revolución Rusa reaviva sus ilusiones y lo distancia total y definitivamente
del nacionalismo integral.
-1919- Publica “Materiales de una teoría del proletariado”.
-1922- Muere, el mismo año en que Mussolini emprende su marcha sobre Roma.
Se pueden detectar en el pensamiento de Sorel, variado y no
siempre coherente, influencias intelectuales menores y otras decisivas.
Entre las de primer orden, encontramos las enseñanzas de Alexis de Tocqueville,
al rechazar el absolutismo monárquico y al criticar a la Revolución Francesa por haber
aumentado la preponderancia del Estado destruyendo correlativamente los grupos
intermedios. Asimismo, es heredero, aunque con beneficio de inventario, de Taine
y de Renan. Como así también, de Frederic la Play, de quien toma, no sin reservas,
su concepción de la “autoridad social”.
Dentro de los autores que han ejercido un notable y decisivo influjo en la
producción teórica Soreliana deben citarse los siguientes:
1) Proudhon: el autor de “ ¿Qué es la propiedad?” Le brindará a Sorel
el marco de referencia moral dentro del cual debía desarrollarse la
regeneración social que pretendía.
Encontrara su pensamiento la conciliación entre los valores tradicionales franceses
y las reformas sociales a las que aspiraba.
1) Marx: lo conoce a partir de 1893 a tráves de Guesde y Lafargue.
Toma de él, en gran parte, su “análisis de la sociedad capitalista”.
Pero al mismo tiempo desarrollará una permanente polémica con su
pensamiento que llegará a su máxima expresión en su obra
“Descomposición del marxismo”(1908) en la que analiza agudamente
las relaciones entre el reformismo y el espíritu revolucionario y entre
Marx y el marxismo.
2) 2) Vico: le aporta su historicismo, su antinaturalismo, su pragmatismo
y la idea de que el hombre sólo conoce lo que el mismo hace, que Sorel
separa del contexto teológico de aquel.
3) Bergson: contemporáneo de Sorel, le suministrará el concepto de
“intuición” tan importante como reivindicador de las fuerzas irracionales
del hombre. En nombre de un “vitalismo” típicamente Bergsoniano,
Sorel rechaza todo determinismo dialéctico hegeliano o marxista
concluyendo que sólo una intervención voluntaria y violenta de una
élite escindida de la masa, (los sindicalistas revolucionarios), permitirá
realizar la revolución social.
Sorel ha conquistado su lugar en la Historia de las Ideas Políticas como uno de
los más importantes teóricos del “sindicalismo revolucionario”. Como bien lo señala
Touchard, dicha modalidad sindical no debe conceptuarse como un simple “ Trade
unionismo” sino como una ideología que trato de hacer del Sindicato la “forma social”
destinada a subsistir al Estado y no un mero instrumento de defensa de la clase obrera
tendiente a presionar contra la sociedad existente y a coexistir al lado del Estado. Este
“sindicalismo apolítico” se desarrolló en un área de influencia limitada, ( Francia,
Bélgica, Italia del Norte, España especialmente Cataluña) siendo insignificante o casi
nula su presencia en Gran Bretaña, Estados Unidos y Rusia. Lo acotado del fenómeno
se puede explicar atendiendo a que esta doctrina se da en países en donde las
organizaciones sindicales son numéricamente débiles y están animadas por obreros
de elevada cultura y en donde la democracia liberal burguesa está bastante solidamente
instalada.
Paradójicamente, las actividades del sindicalismo francés entre 1880 y 1890
nada deben a Sorel sino a la inversa. Sorel encontrará en la práctica de las
organizaciones obreras francesas los elementos para elaborar su propia doctrina.
Cabe recordar que, por ese tiempo, los sindicatos franceses se habían recuperado de
la conmoción de la Comuna y se habían organizado modernamente enfrentados al
gobierno de la 3ra República que pretendió someterlos estrictas reglamentaciones.
En el año 1901 se constituyó definitivamente la C.G.T. y Fernand Pelloutier surgió
como un dirigente pujante y renovador proclamando que los gremios necesitaban
organizarse en forma independiente del Estado, encargándose de la manutención
moral y material del obrero. La nueva C.G.T. no se dejó atraer por la coparticipación
con el gobierno y los empleadores y optó por una estrategia de lucha mediante paros,
manifestaciones violentas, sabotaje, etc.
Como se podrá apreciar este tipo de sindicalismo se anticipó en los hechos a las
ideas de Sorel y le sirvió de modelo.
A la versión teórica del sindicalismo revolucionario de Sorel, además de las
prácticas históricas del movimiento obrero francés antes aludidas, se asocia su
revolucionaria teoría del conocimiento que permite entender y explicar aquel.
En efecto, para Sorel, siguiendo las enseñanzas de Vico, nunca podemos
comprender a fondo sino lo que nosotros mismos fabricamos. Así pues, el hombre debe
ser definido mejor como “homo faber” que como ”homo sapiens” o dicho de otro
modo, el hombre no es “homo sapiens” sino en tanto que es “homo faber”, puesto
que, la razón es hija de la técnica.
Llevando a sus extremos lógicos el materialismo de Marx, Sorel afirma que
“el modo de conocimiento del hombre está ligado a su modo de producción”. Sobre
esta base Sorel reivindica y exalta a los productores evidenciando en contraposición
un marcado anti intelectualismo.
El cuadro teórico se completa con la estimación positiva que hace de los
sentimientos y de las pasiones como fermentos de la acción.
En síntesis, de estos dos postulados: 1) Dependencia de la razón de la técnica
y 2)Los sentimientos como elementos aglutinantes promotores de la acción; deriva
buena parte de la doctrina social de Sorel.
En conclusión su filosofía materialista de4l conocimiento servirá de base
y antecedente para su sindicalismo revolucionario unida, como hemos visto, a la
experiencia concreta del movimiento obrero francés.
La amalgama se produce cuando retomando sus estudios de las instituciones
específicamente proletarias, Sorel encuentra al agente de la regeneración moral y
social que buscaba en el propio proletariado agrupado en sindicatos autónomos,
que no participaban del juego político partidista. Cabe acotar que Sorel estaba
desencantado y en franca oposición con la participación del partido Socialista
en los tejemanejes de la 3ra república, al estilo de un partido burgués más, lo que lo
llevó a descartar la vía de acción parlamentaria y a criticar duramente a Jean Jaurés.
El papel constructivo de los sindicatos es abordado y desarrollado
sucesivamente por Sorel en dos obras capitales, en las que se encuentra lo medular de
su sindicalismo revolucionario: “ el porvenir socialista de los sindicatos “, (1898) y
sus “Reflexiones sobre la violencia” (1908).
La primera es una especie de prólogo de la segunda, pues, en tanto en
“El porvenir...” se ocupa del aspecto racionalista del sindicalismo, en las
“Reflexiones...” se ocupa del aspecto pasional.
En la obra citada en primer término, partiendo de la diferencia entre clase
en si y para sí, Sorel se preocupa por describir el modo concreto en el que se
materializa la adquisición de conciencia que permite el paso de una clase a
otra, ( tema no profundizado por Marx en el manifiesto.
Sorel concluye que ese objetivo se logra organizándose el proletariado
en una sociedad separada de la burguesa con sus propias instituciones, su
derecho, su moral y siempre en oposición a la clase dominante. Advierte que
el problema no puede crear su nueva sociedad en el seno de los partidos políticos
porque éstos, como el partido socialista son meras copias serviles de los partidos
burgueses. Por ello la transformación proletaria sólo tendrá lugar en los sindicatos
cerrados. Para ejemplificar esta necesidad de aislamiento traza un paralelo histórico
con la labor de la revolución Francesa que reemplazo a la sociedad feudal con
instituciones elaboradas despaciosamente.
Sorel es consciente de que esta estrategia, a largo plazo se enfrenta con
los peligros del aburguesamiento de los sindicatos revolucionarios, agentes del
cambio. El antídoto contra este riesgo o encuentra en el mantenimiento vivo
del sentimiento de violencia irracional que sostienen las huelgas.
Sorel se ocupa de este tema en sus célebres “Reflexiones sobre la violencia”.
El tema central de esta obra gira en torno a la idea de que, por más que el
obrero sepa que existe un antagonismo de intereses entre él y su patrón, si dicho
conocimiento no se hace real, si no se apodera de sus sentimientos y emociones a
punto de arrastrarlo a la violencia, no sirve para gestar la revolución buscada.
De allí que pueda sostener el autor que la violencia proletaria es garantía de la
conciencia proletaria.
La obra esta compuesta de 7 capítulos básicos:
1- La Lucha de clases y la violencia, ( sé crítica severamente las ilusiones
referentes a la desaparición de la violencia actual.
2- La violencia y la decadencia de la burguesía, (se ataca la labor del
socialismo parlamentario.
3- Los prejuicios contra la violencia, ( se muestra el papel represivo
del Estado burgués.
4- Huelga proletaria, ( se explica la noción de Huelga General como
mito distinguiendo este concepto del de utopía.
5- Huelga General Política, (se analiza como los políticos se sirven de
los sindicatos.
6- La moral y la violencia, (se desnudan las pretensiones conciliadoras
de la burguesía. Descalifica a los políticos profesionales. Recapitula las
ideas de Proudhon.
7- La moral de los productores, (se hace una apología de la moral de
la nueva escuela sindical.
Es en esta obra donde Sorel propone una distinción que lo ha trascendido
entre utopía y mito y entre fuerza y violencia.
Para nuestro autor, la UTOPÍA es el “objetivo final fuera de nosotros
proyectado en la trama histórica”. En tanto que el mito es el objetivo final dentro
de nosotros”, una idea motriz dentro de nuestra situación personal. Los mitos, por
definición, no se ven afectados por las críticas menudas ni por el aparente fracaso
de sus creyentes. Ello así puesto que la UTOPÍA es el típico desarrollo de un
mecanismo intelectual, Ej. : los trabajos de Santo Tomas Moro o Campanella,
mientras que, el mito es una construcción anti intelectual, Ej. : el Cristianismo,
La Revolución Francesa, la Reforma.
Sorel intenta reemplazar el utopismo socialista por el mito de la huelga
general proletaria.
Por la distinción que Sorel hace entre fuerza y violencia se lo suele sindicar
como un apologista de esta última.
Pero es justo destacar que para él la violencia no esta relacionada con
el mero terrorismo o el simple derramamiento de sangre. La misma tenía un hondo
contenido moral pues consistía en una legítima reacción contra el sistema burgués.
Efectivamente, Sorel observa y critica el empleo indiscriminado que se hace
de estos dos tipos de coerción para él diferentes y prefiere usar una terminología
desprovista de ambigüedades. Con este propósito reserva la palabra fuerza para
los actos de autoridad tendientes a imponer un orden, en tanto que, usa la expresión
violencia para referirse a los actos de rebelión tendientes a destruir un orden.
En este entendimiento es fácil advertir que la fuerza es patrimonio de la
burguesía mientras que la violencia es el arma del proletariado.
Para poner de manifiesto la proyección del pensamiento de Sorel basta
recordar que han abrevado en sus enseñanzas tanto políticos prácticos, (Lenín;
Mussolini) como científicos políticos (Pareto, Burnham) como otros autores Camus
de las más variadas corrientes ideológicas.
Es que su pensamiento continúa siendo fuente de inspiración sobre todo
en aquellos aspectos referidos a la violencia que en última instancia anida en el
corazón del hombre, se encuentra agazapada y siempre al acecho.

Breve Referencia Bibliográfica
Además de las obras del autor indicadas en el curso se recomiendan:
1- CIRIA ALBERTO 1993: GEORGE SOREL ed.Centro Editor de
América Latina.
2- BURNHAM, JAMES 1945: LOS MAQUIAVELISTAS, Bs As
ed. Emecé.
3- GRAMSCI, ANTONIO 1994: NOTAS SOBRE MAQUIAVELO
, SOBRE POLÍTICA Y SOBRE EL ESTADO MODERNO, Bs. As,
Planeta Agostini.
4- BOBBIO NORBERTO-MATEUCCI NICOLA-PASQUINO
GIANFRANCO Y colab: DICCIONARIO DE POLÍTICA.
Buenos Aires. ed Siglo XXI ( 8a ed) Voces “Mito Político”, “Violencia”,
“Sindicalismo”.

No hay comentarios.: